miércoles, 24 de febrero de 2010

NOTHING BUT THE TRUTH

Ya había comentado que muchas buenas películas son relegadas al barato nicho de cine directo a dvd, y que muchas de las veces no es por su baja calidad ó por su desconocido elenco, si no que más bien obedece a una serie de “difíciles” procesos selectivos que los distribuidores hacen de sus cintas para estrenarlas en otros mercados fuera de los Estados Unidos ó como en el caso que nos atañe ahora, por que los productores de la película se quedan sin dinero y les es imposible realizar copias y lanzar una campaña publicitaria.

“Nothing But The Truth” es un triste caso de; buena película que se queda sin dinero y sus aspiraciones se reducen al mínimo, tanto en el plano económico, como en el de reconocimientos, a pesar de tener en su elenco a gente como: Kate Beckinsale (“Pearl Harbor”, “Underworld”), Matt Dilon (“Crash”), Alan Alda (“The Aviator”) y la reciente nominada al oscar Vera Farmiga (“The Orphan”, “Up in the Air”). Aunque en el fondo yo tengo la teoría; de que lo de que se quedaron sin dinero fue la excusa para no acusar algún tipo de censura que pudieran haber tenido, por que el tema de esta cinta es complicado y espinoso, muy espinoso.

Creo que el director Rod Lurie, responsable de ésta, es uno de los mejores directores que hay en la actualidad, además creo que es probablemente de los más infravalorados, maltratados y cepillados de la gran maquinaria Hollywoodense, entre sus trabajos se encuentran por ejemplo; la joya: “The Contender” (2000), la muy correcta: “The Last Castle” (2001) y la decente: “Resurrecting the Champ” (2007). Después de su prometedor debut con “The Contender”, vuelve enteramente a los terrenos políticos con esta nueva historia, y demuestra que no teme a contar ningún tema, ni a tomar ninguna posición, en pocas palabras; es un cineasta valiente y comprometido con lo que cuenta, cómo lo cuenta y por qué lo cuenta, me recuerda al joven Oliver Stone, cuando denunciaba la corrupción del gobierno gringo con cintas como “Platoon” (1986), “Born on the Fourth of July” (1989) y “JFK” (1991).

La historia empieza con un atentado contra el Presidente de los Estados Unidos, del que sale vivo. La investigación posterior revela que el ataque provino de Venezuela, y es por eso que se inicia una guerra contra ese país. Al mismo tiempo se nos cuenta cómo la valiente reportera Rachel Armstrong (Kate Beckinsale) escribe un provocativo artículo donde revela la identidad de una agente de la CIA (Vera Farmiga) que desmintió la conexión entre Venezuela y el atentado, lo cual podría haber evitado la guerra. Pero la bomba política que esa historia representa queda en segundo plano cuando Patton Dubois (Matt Dillon), un duro fiscal del gobierno, interroga a Armstrong para averiguar quién le reveló la identidad de la agente. Debido al estricto código ético que tiene, la reportera se rehúsa a revelar su fuente, y es encarcelada por no cooperar con Dubois; y así el resto de la película examina la disyuntiva de la mujer, tratando de conservar su integridad periodística a costa de su seguridad personal y la unidad de su familia; y de igual modo contemplamos la actitud del gobierno, que no se detendrá ante nada para encontrar al traidor que está revelando información altamente confidencial.

Como pueden leer es una cinta que aborda temas espinosos, como lo son; la seguridad nacional, la ética periodística, y la lucha de los valores y de la verdad, además de abordar cómo los gobiernos, en este caso el gringo (pero bien puede ser nuestro queridísimo gobierno mexicano) son capaces de todo con tal de no evidenciar sus errores y sus malos y bajos manejos, la historia no se detiene, ni tiene miedo en contar los hechos según lo que verdaderamente ocurre, ósea que, los malos son los que generalmente suelen ser los buenos, en este caso, el glorioso gobierno de los Estados Unidos.

Por esa afirmación es que considero que tal vez, ésta estupenda película fue sujeta a algún tipo de censura, y a pesar de que la trama constantemente hace alusión al derecho de expresión libre, algo me dice que con ella no ocurrió esto, pues misteriosamente fue un proyecto que no tuvo ninguna resonancia comercial ni crítica en su país de origen, a pesar de que el guión es estupendo y las actuaciones son sobresalientes.

En el plano de las actuaciones, no es raro decir que gente como: Alan Alda, Vera Farmiga ó Matt Dilon cumplen perfectamente sus papeles, pero quien sin duda me sorprendió fue Kate Beckinsale, quien es una actriz muy guapa (probablemente de las que más me gusten físicamente de Hollywood) pero que nunca había demostrado talento nato, ó algo que fuera más allá de su bello rostro, en la cinta “The Aviator” (Martin Scorsese, 2005) había salido bien librada como Ava Gardner, pero sin duda en “Nothing But the Truth” es donde encontraremos su mejor actuación hasta la fecha, se compromete por completo con su personaje y sobre todo, lo lleva con ahínco y seriedad durante todo el metraje.

Investigando un poco después de verla, me encontré con que la historia que representa ésta cinta, no es del todo ficticia, ésta basada un poco (ó un mucho) en el caso real de la periodista Judith Miller del New York Times, que fue encarcelada por no divulgar la fuente que denunció a Valerie Plame como agente secreto de la CIA. Al saber que la historia puede tener su punto realista, más me impresiona la película y más coraje me da, que aún en estos tiempos de aparente apertura a todos los temas, sigan ocurriendo este tipo de actos arbitrarios y retrogradas.

A pesar de todo, la cinta presenta una clara disyuntiva, pues por momentos te justifica un poco los actos que el gobierno comete contra la periodista, sobre todo si uno lo analiza desde el punto de vista de que el gobierno debe proteger la seguridad nacional de su país y de sus ciudadanos, el personaje de Matt Dilon, puede llegar a ser odioso, pero en realidad no es malo, sólo es un profesional dispuesto a todo para sacar adelante su trabajo, aunque en este caso su trabajo sea quitarle sus garantías individuales a una periodista para sacar una fuente, me recordó un poco al sheriff Gerard interpretado por Tommy Lee Jones en “The Fugitive” (Andrew Davis, 1993), pero también cuando uno descubre la verdadera fuente de la periodista, no nos queda más que sorprendernos y darle nuestro apoyo incondicional a la protagonista.

En conclusión, “Nothing But The Truth” es una tensa historia, honesta y real, que nos cuenta un caso en el que es difícil discernir entre lo bueno y lo malo, lo profesional y lo estúpido, es un thriller político fascinante y sobretodo, atrapante. Cuenta con una dirección capaz y valiente, y unas actuaciones que le dan más sabor al conjunto, en verdad, si la ven en su videoclub favorito, no duden en rentarla, cuando menos que sea dignificada con su dvd.

Calificación: 9

En Dos Palabras: Tensa y Honesta

Curiosidades: El director Rod Lurie fue crítico de cine antes de dirigir su primera cinta, actualmente trabaja en el remake de la clásica “Straw Dogs” (1971) que en su época dirigiera Sam Peckinpah y actuara Dustin Hoffman


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miércoles, 17 de febrero de 2010

THE HURT LOCKER

Esta por terminar la temporada de premios en los Estados Unidos, es así que ya se han entregado la mayoría de los galardones de las asociaciones de críticos de todo el país, así como de las asociaciones de prensa, en realidad solo falta una entrega de premios importantes para cerrar el año 2009 oficialmente; los famosos oscares. En casi todas las entregas de premios han resaltado algunos títulos, es el caso de: "Inglourious Basterds" (Quentin Tarantino, 2009), "Up in the Air" (Jason Reitman, 2009) y la que nos compete ahora; "The Hurt Locker" (Kathryn Bigelow, 2009).

"The Hurt Locker" ha ganado varios reconocimientos como mejor película, y sobre todo, como mejor director, en este caso directora, incluso antes de que “Avatar” (James Cameron, 2009) se consolidara como una fuerte candidata, casi todo mundo daba como ganadora a esta cinta bélica, ha ganado importantes premios, como el de la asociación de productores, que por lo general es el parámetro obligado antes de los oscares, pero también ha perdido, por ejemplo, el de la asociación de actores (que ganó Inglourious Basterds) y el Globo de Oro (que ganó Avatar), independientemente de los premios ganados o perdidos, la cinta es bastante buena, y es un claro ejemplo de lo que a intensidad se refiere.

El filme narra el intenso día a día de un comando especializado en desactivación de explosivos durante la guerra de Irak, liderado por el sargento Thompson (Guy Pearce). Cuando éste fallece en el transcurso de una misión, la Unidad queda al mando del impredecible y temerario sargento James (Jeremy Renner). El imprudente comportamiento de éste hará que sus dos subordinados, el sargento Sanborn (Anthony Mackie) y el especialista Eldridge (Brian Geraghty), valoren seriamente el riesgo que corren en su trabajo y se planteen si realmente les merece la pena continuar. Cuando una misión rutinaria en una ciudad se convierta en una auténtica ratonera para James y sus hombres, la verdadera personalidad del sargento aflorará, haciendo que sus vidas cambien para siempre.

Como se ve en su sinopsis esta es una cinta de acción, un thriller ubicado en la guerra de Irak como telón de fondo, pero va más allá de su descripción, es una cinta de acción pero con mensaje, su mensaje es que: “la guerra es una droga”, así como lo leen, ese es su mensaje, ah y aparte de ese mensaje, su protagonista no es el típico héroe de guerra que Steven Spielberg nos metió con “Saving Private Ryan” (1998), más bien es una especie de psicópata en el estilo de Marlon Brando en “Apocalypse Now” (Francis Ford Coppola, 1979), aunque este protagonista no es tan demencial, pero va en la línea del antihéroe perturbado por la guerra y por su pasado, así que de entrada esta película nos brinda algo más que cualquier otra cinta sobre la guerra de Irak que se ha hecho hasta a horita.

La película tiene una duración que pasa de las dos horas, y tengo que decirles que esas dos horas son sumamente intensas y angustiantes, en cada plano, en cada paso que los protagonistas dan por las calles de Irak, uno siente la angustia de que encontraran la muerte en algún artefacto explosivo o por algún francotirador, pocas películas te mantienen con el nerviosismo que esta lo hace, el trabajo de los protagonistas es peligroso, es intenso, lo que vemos en la pantalla también lo es, por que además tiene un tono de semi documental que nos hace más participes de la historia.

A pesar de todos estos elogios, tengo que advertir algo que puede resultar un defecto para algunos y una virtud para otros, en sí, aquí no existe una trama, más bien son pequeños episodios en la vida de estos soldados, son pequeñas viñetas que nos muestran como se la juegan día a día estos hombres, y como un psicópata puede satisfacer sus necesidades de adrenalina a costa de la vida de sus compañeros, solo hay un instante en el que se toca un tema político sobre la razón de por qué Estados Unidos invade Irak, pero son escasos 5 minutos, por que aquí lo importante no es meterse en rollos políticos o de conciencia, aquí lo importante es ver el aspecto mental y sociológico de un soldado que es una maquina para la guerra y que su única meta en la vida es desactivar todas las bombas que pueda.

La acción en “The Hurt Locker” es una acción como las de antes, a que me refiero a que es “como las de antes”, pues que aquí se recupera algo perdido con los años en el cine de acción y que en los años ochentas y principios de los noventas era muy característico; los “set pieces”, secuencias que parecen un mini corto con principio, nudo y desenlace, y que hoy en día brillan casi por su ausencia, cuando hace veinte años gente como Brian De Palma prácticamente construían un film en torno a ellas. El perfecto ejemplo de esto, es un duelo de francotiradores que se prolonga durante diez minutos, y nunca te da la sensación de que sobre ninguno, porque todo está perfectamente detallado.

El que la tensión y la angustia sean los comunes denominadores de esta historia en gran parte se debe a la excelente dirección de Kathryn Bigelow (si Tarantino no gana el oscar a mejor director y lo gana esta mujer, no me molestaría en los más mínimo), una valiente mujer que durante más de veinte años ha luchado en un hostil mundo de hombres liderando el cine de acción, y a pesar de su condición de fémina, nos ha brindado estupendas cintas del género como: “Near Dark” (1987), “Point Break” (1991) y “Strange Days” (1995), su pulso de directora esta mejor que nunca, aquí mantiene firme un elenco de puros hombres (a excepción de un pequeño cameo de Evangeline Lilly, la Kate de Lost) y lo lleva a limites de testosterona insospechados, y para aquellos que piensan que la señora Bigelow es una mari macha o algo por el estilo, solo les invito a ver sus fotos para que vean que equivocados están.

En el plano actoral Jeremy Renner se lleva la película entera, su personaje da para analizarlo psicológicamente durante horas, tiene demasiados matices y es un personaje complejo física y emocionalmente, es por eso que ha sido nominado al oscar y ha ganado algunos premios por su actuación, es el antihéroe por naturaleza. Por otro lado Anthony Mackie también demuestra genuino talento como el oficial que trata de inyectarle algo de conciencia a nuestro perturbado protagonista, y en general todos los demás actores cumplen su trabajo a la perfección, algunos cameos de actores de talla como Guy Pearce, Ralph Fiennes y David Morse se encuentran perfectamente insertados en la historia.

En conclusión, “The Hurt Locker” es un crudo retrato de la deshumanización que provoca la guerra, de las aflicciones psicológicas que propicia el combate, una historia tensa, manejada con un pulso impactante, una de las mejores cintas sobre la guerra de Irak que se han hecho.

Calificación: 9

En Dos Palabras: Intensa y Angustiante

Curiosidades: Kathryn Bigelow es ex esposa de James Cameron, y ahora ambos compiten por un oscar a la mejor dirección, de ganar el oscar Bigelow se convertiría en la primera mujer en ganar a la mejor directora, es la cuarta mujer nominada en este rubro.


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sábado, 13 de febrero de 2010

INVICTUS

Antes de comenzar, tengo que decir que soy abiertamente fan de la obra de Clint Eastwood, no solo como director, fama y prestigio que se ha consolidado en los últimos años, si no como actor también, soy gran fan de sus westerns y de sus cintas policíacas, sus personajes de Harry Callahan, alias Harry “El Sucio”, y “El Hombre sin Nombre” en las cintas de Sergio Leone, son de mis deleites cinematográficos personales, creo que este hombre es de las últimas grandes leyendas del cine que quedan vivos. Lo considero un artista sensible, talentoso y muy honesto con su aspecto personal y profesional, así como con su obra.

Cada año Eastwood nos entrega una o dos obras maestras, así lo ha hecho por los últimos 5 años aproximadamente, antes de eso sus obras; “Los Imperdonables” (1992) y “Un Mundo Perfecto” (1993) anunciaban al prominente director que era, pues bien, este año su aportación al mundo del cine es “Invictus”, una cinta que narra como Nelson Mandela con ayuda del capitán del equipo nacional de rugby Francois Pienaar pudo unificar una nación.

En esta ocasión Clint Eastwood se olvida un poco de los dramas pesados que le caracterizan, ahora aborda una historia más optimista y amable, aunque dotada de la humanidad que siempre le imprime a su obra. Después de su impresionante éxito con “Million Dolar Baby” (2006), vuelve una vez más a tomar una premisa que gira alrededor de una historia deportiva, en aquella ocasión lo hizo con el box, ahora lo hace con un deporte mucho más desconocido en este lado del charco; el rugby.

Esta es la inspiradora historia de cómo Nelson Mandela (Morgan Freeman) suma fuerzas con el capitán del equipo de rugby de Sudáfrica (Matt Damon) para ayudar y unir a su país. El Presidente Mandela, recién elegido, sabe que su país se mantiene racial y económicamente dividido por el despertar del Apartheid. Creyendo que puede juntar a su gente a través del lenguaje universal del deporte, Mandela reúne al desamparado equipo de rugby de Sudáfrica mientras tienen una insólita participación en la Copa del Mundo de 1995 que los lleva al partido de campeonato.

La premisa es como la de cualquier cinta deportiva inspiradora, ya sea de fútbol americano, béisbol ó box, si bien es cierto esta cinta ronda esos terrenos, pero con un director como Clint Eastwood tras las cámaras adquiere otro nivel, ese otro nivel radica principalmente en el aspecto político que enmarca la historia, debo aclarar que si uno como espectador ignora todo el trasfondo socio político que se encuentra entre líneas, difícilmente podrá dimensionar la grandeza de los eventos que se nos relatan, ahora bien, esto no significa que si no se conocen los eventos históricos que se retratan uno no entenderá la película, para nada, se puede entender a la perfección y claro que puede gustar, pero no deja de ser una cinta deportiva inspiradora, pero si se conoce un poco la historia que esta detrás seguramente adquiere otra dimensión.

Eastwood no persigue detallarnos la vida personal y política del mandatario Nelson Mandela, le basta con esbozarla para así poder centrarse en aquello que en realidad le interesa narrar, lo que le interesa narrar tampoco es el glorioso juego de campeonato que la selección nacional de rugby de Sudáfrica llevó a cabo en 1995, le interesa narrar la unificación de un país, la esperanza, la humanidad, la indulgencia y la reconciliación que vienen después de un periodo histórico difícil.

Desgraciadamente esta no es para nada la mejor película de Eastwood, pero aún la peor cinta de Clint Eastwood es mucho mejor que cualquier otra obra mediana que abunda en la cinematografía mundial, aquí adolece de un metraje que se torna un poco largo, el partido final se prolonga más de lo debido, tal vez hay algunos planos que sobren y en mi particular punto de vista, su principal error radica en que el director supone que el público ya conoce todos los terribles aspectos relacionados con el apartheid, lo cual no es tan probable, como ya dije, si se conocen estos eventos es una historia poderosa y muy vibrante, si se desconocen pierde fuerza y se convierte en una más.

Las actuaciones, como en casi todas las obras de Eastwood, son soberbias; Morgan Freeman esta enorme en el papel de Nelson Mandela, en verdad que nació para interpretar ese papel, su actuación esta mimetizada con el verdadero mandatario, y en el otro lado Matt Damon esta muy notable, su personaje no da tanto en la historia, ya que el protagonista absoluto es Mandela, pero los momentos que esta en pantalla los sabe llevar de insuperable manera, su manejo del difícil acento sudafricano es remarcable, ambas nominaciones al oscar son más que merecidas y acertadas.

En conclusión, “Invictus” es una competente película que nos cuenta una historia esperanzadora y que llega al corazón, el director cambia un poco su registro solemne y devastador de obras pasadas y le da paso a una premisa más amable, pero que aún así nos regala una elegante puesta en escena en la que no faltan esos pequeños detalles que evidencian que nos hallamos ante un sólido narrador.

Calificación: 8.5

En Dos Palabras: Esperanzadora y Amable

Curiosidades: Clint Eastwood se encuentra actualmente dirigiendo una cinta de suspenso paranormal que lleva por nombre “Hereafter”, el rol principal recae en Matt Damon, quien repite con Eastwwod tras esta cinta, este año Clint Eastwood cumple 80 años y sigue más activo que nunca.


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viernes, 5 de febrero de 2010

UP IN THE AIR

Existen un tipo de películas entrañables, que te dejan una fácil sonrisa en el rostro, un tipo de cintas que cuando terminan te dejan una buena sensación al haberlas visto, a la mente me llega por ejemplo; “Forrest Gump” (Robert Zemeckis, 1994) ó “Atrápame si Puedes” (Steven Spielberg, 2002).

Cuando leí las primeras críticas de “Up in the Air” pude identificar que tenía la línea de este tipo de historias, pero que iba más allá, las alabanzas que se llevó me dejaron un poco de incertidumbre, no sabía que esperar de ella; si una comedia amable, una tragicomedia, un drama intimista, en fin, tenía dudas de la valía de la historia y todas sus buenas críticas. Debo aceptar que mis dudas se disiparon para bien, me sorprendió en el buen sentido, ésta película efectivamente pertenece a este grupo de cintas amables y entrañables, pero en ningún momento se torna sentimentaloide ó cursi, como por ejemplo paso un poco con “La Terminal” (Steven Spielberg, 2004), el mezclar géneros no siempre sale bien, pero en ésta ocasión esta amalgama funciona a la maravilla, a pesar de ser una historia difícil de clasificar, contiene el suficiente humor para arrancarnos algunas risas, el suficiente drama, pero que nunca cae en falsos sentimentalismos, pero sobre todo, es una valiente radiografía de la conducta humana y la situación mundial contemporánea.

La cinta nos cuenta la historia de Ryan Bingham (George Clooney), un especialista en reducción de personal de compañías, y un consumado viajero comercial moderno que, después de toda una vida de viajar constantemente en aviones, de repente descubre que está anuente a entablar una relación verdadera, su única misión en la vida parece ser conseguir las 10,000 millas de viajero frecuente de la aerolínea en la que constantemente viaja. Las cosas le cambian un poco cuando conoce a Alex (Vera Farmiga), otra viajera frecuente con la que entabla una extraña relación, además de que en su trabajo se ve obligado a entrenar a la joven e impetuosa Natalie (Anna Kendrick) para posiblemente sucederlo en su trabajo.

A primera vista, pareciera que esta es una de tantas comedias románticas que tanto pululan en el cine actual, el nombre en español; “Amor sin Escalas”, no ayuda en lo más mínimo, pero lo bueno es que no es lo que parece y su nombre en español no tiene nada que ver con su trama. La historia es más profunda de lo que parece, por que es un examen a conciencia de la sociedad actual, esta sociedad acostumbrada a la frialdad de pasar su vida frente a aparatos tecnológicos y no frente a las personas, habla de un adulto que nunca esta solo en su entorno, pero que en su interior, en su intimidad, es una persona sumamente solitaria, habla de estos tiempos donde el contacto humano a pasado a segundo termino, y donde el trabajo consume a las personas a tal grado que sus relaciones personales e intimas no importan.

En gran parte este estupendo trabajo se fundamenta en el guión de Jason Reitman y Sheldon Turner, que han escrito un guión libre de clichés, de chistes fáciles, de situaciones románticas ridículas, han hecho un trabajo estupendo a la hora de crear personajes, en estos días cada vez es más difícil ver historias con verdaderos personajes, pues bien, esta es una de ellas, aquí los personajes son reales, son entrañables, son repulsivos a la vez, en pocas palabras; son humanos.

Jason Reitman es también el director de la misma, es el responsable de las más que decentes “Gracias por Fumar” (2005), y “Juno” (2007), y demuestra con ésta que es su mejor obra y que es sin duda uno de los cineastas jóvenes mas comprometidos con su arte y con sus historias, que en definitiva es talentoso y que hay que seguirlo con lupa por los próximos años, su dirección es elegante y sutil, libre de artificios pero precisa, acentúa los momentos importantes y sobre todo, sabe darle voz a sus personajes y sabe crearlos libremente, pero teniendo respeto por el público, hoy en día este tipo de directores escasean y los pocos que hay tienen que ser valorados sí o sí.

El elenco logra fusionarse con sus papeles, dando actuaciones más que solventes; George Clooney esta magnifico, Vera Farmiga desprende elegancia y talento en cada una de las escenas en las que sale, pero quien sin duda se lleva la película es Anna Kendrick, esta joven actriz se vuelve un grato descubrimiento y una grata sorpresa en la cinta. A pesar de que Clooney esta muy bien en su papel, no puedo dejar de hacer énfasis en que no es su mejor papel ni por mucho, creo que en “Syriana” (Stephen Gagan, 2005) y en “Good Night, Good Luck” (George Clooney, 2005) esta mejor, pero aún así su reciente nominación al oscar esta muy justificada, y más justificada esta la de el par de mujeres; Vera Farmiga y Anna Kendrick, ambas están muy bien en sus papeles.

El único defecto que le puedo ver, es que hay un momento preciso en el que el personaje de Clooney sufre un cambio radical en su forma de pensar y de ver la vida, no digo que eso no ocurra, el problema es que ocurre demasiado rápido en la historia, tal vez si lo hubieran asentado un poco mejor no se sentiría tan súbito ese cambio, pero esto ya es para buscar la perfección, que como he dicho antes, es muy difícil encontrar una cinta perfecta en estos tiempos, pero siempre se agradece este tipo de proyectos que rayan en la casi perfección.

En conclusión, “Up in the Air” es una grata experiencia, una historia agridulce, muy difícil de encasillar en algún género concreto, sustentada en estupendas actuaciones, una dirección ágil y precisa, además de brindar un optimista mensaje sobre la crisis mundial y el asilamiento que la sociedad vive en aras de la tecnología y el trabajo.

Calificación: 9

En dos Palabras: Fluida y Entrañable

Curiosidades: Jason Reitman es hijo del director Ivan Reitman, responsable entre otras cintas de: “Los Cazafantasmas” (1986), el guión esta adaptado de la novela de Walter Kirn del mismo nombre.


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jueves, 4 de febrero de 2010

PANDORUM

El terror en el espacio es un tema recurrente en Hollywood, desde el estreno de “Alien” (Ridley Scott, 1979) numerosas cintas se han hecho sobre los peligros de viajar al espacio, ó encontrarse con alguna criatura espacial en alguna nave, ó viajar a un planeta inhóspito, ó simplemente volverse loco en el espacio. Hace poco escribí sobre una nueva joya del género de ciencia ficción espacial; la estupenda “Moon” (Duncan Jones, 2009), pues bien ahora escribo de otra historia que se desarrolla en una nave espacial, esta vez con una tripulación que se enfrenta a algo desconocido, me gustaría decir que esta a la par de las ya mencionadas “Alien” ó “Moon”, pero no es así.

Dos astronautas despiertan en una cámara de hiper-sueño que se encuentra en una nave espacial. Ellos no recuerdan nada y lo único que escuchan es un crujido que retumba del centro de la nave. La única salida es un oscuro y angosto pasillo. El cabo Bower (Ben Foster) se arrastra en el interior mientras el Teniente Payton (Dennos Quaid) se queda en espera de instrucciones. Mientras Bower se adentra en la profundidad de la nave, descubre que él y Payton no están solos. Como dije, esta premisa no es nada nueva, es más, creo que se ha hecho más de cincuenta veces antes, ante una película que lleva una historia vista una y otra vez, lo que yo, y creo que todo el público pedimos como mínimo, es que sea entretenida y guarde alguna escena memorable, ó ya de perdido buenos efectos especiales, pues bien, creo que en este apartado, “Pandorum”, no nos defraudara.

Aquí nos encontramos con una trama de esas que van de menos a más, de esas que se va revelando poco a poco el misterio central, al igual que los personajes principales, nosotros como espectadores vamos descubriendo paso a paso que es lo que ocurre o por qué ocurre, debo confesar que eso me gusta en el cine, ir tratando de develar el misterio desde antes de que el director no lo explique con manzanitas, para bien o para mal, a veces los misterios son muy obvios y otras veces no tanto, y existen ocasiones también, en las que poco nos interesa, en esta ocasión el giro “sorpresivo” es un tanto obvio, pero debo aclarar que su final no lo es tanto, por lo que resultó un tanto gratificante.

Ahora bien, el problema principal de esta película, radica en que muchas de sus escenas, además de la mencionada trama, ya las hemos visto en otras cintas similares, para que me entiendan; si meten en una licuadora: “Alien” (Ridley Scott, 1979), “Sunshine” (Danny Boyle, 2007), “Event Horizon” (Paul W.S. Anderson, 1997), “The Descent” (Neil Marshall, 2005) y hasta “Resident Evil” (Paul W.S. Anderson, 2002) tendrán como resultado “Pandorum”, por lo que de originalidad, pues mejor ni hablamos, lo que quiso hacer el director alemán Christian Alvart fue dotar a todo esto con escenas de ritmo vertiginoso, edición frenética y velocidad visual, lo consigue, eso es cierto, y eso es precisamente lo que la salva de la franca mediocridad.

Además de la sólida dirección de Alvart, las actuaciones de Dennis Quaid y sobre todo de Ben Foster, hicieron más placentera la proyección. Quaid es un actor solvente en la mayoría de sus papeles, por lo general cumple muy bien su trabajo, en esta ocasión no es la excepción, pero el que se lleva la película es sin duda Ben Foster, un más que sólido actor que lleva no pocos papeles trascendentes, por nombrar solo algunos: “3:10 to Yuma” (James Mangold, 2007), “Alpha Dog” (Nick Cassavetes, 2006) y “Hostage” (Florent Emilio Sili, 2005), este joven actor es también uno de los que hay que seguir de cerca en su incipiente carrera.

Otro punto a favor de la cinta es su resolución, como ya lo dije párrafos atrás, su final es convincente y un tanto inesperado, inclusive me atrevo a decir que los últimos diez minutos cambian un poco la perspectiva que se lleva de la historia, ya que en la mayoría de su metraje se sostiene de clichés, escenas plagiadas de otras películas de género, y acción vertiginosa, pero en su parte final mejora y nos da una idea completamente diferente de lo que paso en realidad.

En conclusión, “Pandorum” es una buena opción, no muy convincente, ni muy original, pero que a base de una buena dirección (creo que el director alemán Christian Alvart tiene bastante futuro como artesano de cine de terror y ciencia ficción) buenas actuaciones, algunas escenas cool, y una atmósfera claustrofóbica muy bien presentada y fotografiada, sabe salir avante, además para los fans de la violencia y la sangre, tengo que decirles que no se escatimo mucho en estos aspectos, pareciera que esta basada en algún violento videojuego, pero esto no es así, aunque ya no se si eso sea un buen aspecto o uno malo, júzguenlo por ustedes mismos.

Calificación: 7.5

En Dos Palabras: Predecible pero Convincente

Curiosidades: El director alemán Christian Alvart presentó hace poco otra cinta suya en México; “Caso 39” con Renne Zellwegger, por lo que estuvo alternando dos cintas en cartelera.


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A CLOCKWORK ORANGE (1971)

Ahora hablare de una obra de arte que no pueden dejar pasar, un film indispensable en la mente de cualquier persona que gusta del buen cine; Naranja Mecánica(1971), una cinta dirigida por Stanley Kubrik y basada en el libro de Anthony Burgess, una película que revoluciono el cine y escandalizo de igual manera en los turbulentos años setentas y que aún ahora sigue siendo sumamente subversiva.

La grandeza de ella no radica solamente en su truculenta trama, ya que además de ser un parte aguas en la cinematografía y de instalar varias escenas en la mente del público, contiene su propio lenguaje. Expresiones como "droogs", "videar", "gulliver", "devotchka" y "horrorshow" son constantes en la historia. El humor es negro y ácido, no sólo las situaciones y el habla contribuyen a este resultado tan singular, sino también la banda sonora. Las composiciones de Beethoven y Henry Purcell entran en momentos claves que no tendrían la relevancia que tienen ni las imágenes ostentarían esa retorcida belleza sin la música misma.

La película tanto como el libro, se desarrollan en un futuro antiutópico, en el que el pasatiempo de la juventud es la ultra violencia. Los jóvenes se reúnen en pandillas y se dedican a violar, golpear, matar y torturar personas al azar; la película trata específicamente sobre el líder de una de estas pandillas; Alex, quien actúa de una forma despótica , por lo que sus compañeros deciden traicionarlo y entregarlo a la policía.

Después de pasar dos años en la cárcel, entabla amistad con el sacerdote de la prisión, y un día discute con él un proyecto llamado “Técnica Ludovico”; Alex lo ve como una manera fácil y rápida de salir de prisión, pero el sacerdote le advierte sobre los riesgos del proyecto con la que me parece la frase más significativa de la película y sobre la que gira su trama filosófica “Cuando un hombre no puede elegir, deja de ser un hombre”.

Debido a este proyecto pierde su naturaleza agresiva y cada vez que se siente inclinado a cometer actos de violencia, se siente agonizar y con náuseas, por lo que se ve imposibilitado de realizar estas acciones. Al final, después de una serie de peripecias en las que paga hasta en el más mínimo detalle cada crimen que cometió, es “curado” y vuelve a ser la persona que antes era, y queda como un héroe por haber sobrevivido las torturas y los abusos del gobierno.

De ningún modo la violencia o el asesinato son prácticas aceptables, mucho menos atractivas, pero es fascinante ver como se utilizan estas para mandar un mensaje duro y muy conciso. No creo que fomente la violencia o que la ensalce, creo que habla sobre el poder que tiene la libertad del ser humano y que sin ella no somos más que objetos; perdemos nuestra humanidad al ser privados de nuestra capacidad de elegir, y un hombre como el protagonista de esta película, era más humano siendo un monstruo, que siendo un ciudadano modelo al que no se le dio la opción de escoger su propio destino.

Es una brillante crítica política y una sátira cruel sobre la represión; gran parte de la polémica que causó el filme en su estreno radica precisamente en que no da una visión amable. Es, en cambio, un filme cínico y descarnado sobre una sociedad llena de buenas intenciones, pero que se queda solo en ellas sin concretar nada.

En conclusión, ésta es una gran obra cinematográfica del mismo creador de películas tan variadas entre si como lo son: Lolita (1962), 2001 Odisea al Espacio (1968) , El Resplandor(1980), entre otras, que no es recomendable para personas de estómago débil o moral sensible, pero que sin duda no pueden dejar de verla, algo si les aseguro, o la aman, o la odian, así de simple.

Calificación: 10

En Dos Palabras: Violenta y Reflexiva

Curiosidades: Stanley Kubrick estuvo nominado al oscar a la mejor dirección por esta cinta, pero no ganó, en cambio ganó William Friedkin por "The French Connection", jamás ganaría un oscar Stanley Kubrick, a pesar de ser de los cineastas más influyentes del siglo pasado.


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