La verdad no he visto muchas películas de Serbia, hace un par de años vi la última, una completa locura de nombre A Serbian Film (Srdjan Spasojevic, 2010), una cinta sádica, violenta, cruel, y muy enferma, si creen que Hostel (Eli Roth, 2005) ó que el cine francés como Martyrs (Pascal Laugier, 2008) ó Al Interiur (Alexandre Bustillo, 2007) son los filmes más grotescos y sangrientos que existen, es por que no han visto esta cinta Serbia, la verdad es que después de esa desagradable e impactante experiencia que fue verla, no quede con muchas ganas de ver más cine de ese país.
Ahora por azares del destino volví a ver una cinta Serbia, e igual que la última que vi, resultó ser una experiencia fuerte y desagradable (en el sentido de que al terminarla es imposible no sentirse un poco deprimido), cuando menos ahora no hay gore explicito, pero si hay violencia psicológica, escenas de sexo muy subidas de tono y una atmósfera deprimente, lo primero que me vino a la mente tras verla, es que sin duda los padres de adolescentes en ciernes deberían de verla, a pesar de que muy seguramente se escandalizaran.
Jasna (Isidora Simijonovic) es una guapa joven de quince años que vive con su madre en un barrio pobre de un pueblo de Serbia. Su vida y su entorno se reduce a noches de discotecas, drogas y alcohol con sus amigas. El padre de Jasna recientemente es diagnosticado con una grave enfermedad, algo que parece no alterarle la rutina libertina y desenfrenada pero que le afecta más de lo que parece a simple vista. Al mismo tiempo comienza una singular y enfermiza relación con Djole (Vukasin Jasnic), un compañero más grande de su escuela, esta relación la llevará a los límites más insospechados de la degradación y la humillación.
Klip es la Kids (Larry Clark, 1995) de estos nuevos tiempos, y deja a esta última como si fuera una película de Disney, aquí si no hay concesiones de ningún tipo, la historia es dura y no teme en mostrar esa dureza de la manera más descarnada posible, y no lo digo solo por las abundantes escenas sexuales (que además de todo son sumamente explicitas, casi al grado de la pornografía) si no que tiene una sobrecargada violencia psicológica y un pesimismo latente desde el minuto uno hasta su indignante final.
Jamás había visto un retrato de la juventud tan escandaloso y tan sincero como el que aquí se retrata, y lo alarmante es que la cinta es muy universal, pues esa imagen no es exclusiva del país de donde proviene la cinta, por momentos parecería que el filme es morboso y atenta al buen gusto de manera calculada, pero no creo que su intención sea provocar, más bien creo que es una cinta con una profunda y muy inteligente crítica social, la diferencia es que se vale de las escenas más escandalosas posibles para entregar el mensaje.
En conclusión, es un filme muy duro de digerir, que la mayoría de los espectadores casuales tal vez no aguanten, se necesita estomago para aguantar el desfile de desfiguros y de escenas grotescas, pero si dejan a un lado la polémica, es un estudio social sobre la forma en la que la juventud se ha descarriado gracias a los malos referentes que la televisión fabrica, a la tecnología que deshumaniza a todos, sobre todo a los jóvenes, y sobre todo, a la falta de comunicación entre padres e hijos.
Curiosidades: La directora Maja Milos, aseguro que la actriz protagonista del film, Isidora Simijonovic, no filmó las escenas de alto contenido sexual y violencia extrema, ya que tenía catorce años cuando filmó la película, y que esas escenas las filmó una doble que es actriz porno.
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