X-MEN: DIAS DEL FUTURO PASADO

No cabe duda que Bryan Singer cambió la perspectiva de los superhéroes en el cine. Con su película X-Men (2000) logró que el público y la crítica olvidaran que las películas basadas en cómics –en esos años– tuvieran como único referente la nefasta Batman y Robin (Joel Shumacher, 1997). Gracias a su particular visión de los Hombres X, la forma y el estilo de llevar a la pantalla a los héroes cambió y jamás volvió a ser la misma. Desde ese momento, este tipo de proyectos alcanzarían un nivel más serio y adulto (salvo desastrosas excepciones como Los Cuatro Fantásticos) alcanzando su máxima cumbre con la trilogía de Batman hecha por Christopher Nolan.

 

Tras ausentarse en las dos anteriores cintas de los mutantes (sin contar las dos aventuras en solitario de Wolverine) Bryan Singer vuelve a la silla de director en esta nueva entrega, asociándose en el guión con el director del anterior filme: X-Men: Primera Generación (2011): Matthew Vaughn.

 

Singer no podría haber vuelto de mejor manera pues no hay que olvidar que son prácticamente SUS personajes (cuando menos en el celuloide). Y eso se nota, es decir, el cariño hacia sus creaciones, la comodidad del director desenvolviéndose a la perfección en un guión complejo, y sobre todo, su saga por excelencia.

 

En esta ocasión, los X-Men se enfrentan a uno de sus mayores retos. En el futuro la mayoría de los mutantes viven en campos de concentración y son vigilados por unos robots llamados “Centinelas”. En pocas palabras, están presos en un mundo distópico. Para evitarlo, deberán viajar en el tiempo e impedir un importante suceso histórico acontecido en 1973, por lo que la clave está en enviar la mente de Wolverine (Hugh Jackman) a su cuerpo del pasado donde coincidirá con las versiones jóvenes de Charles Xavier (James McAvoy), Magneto (Michael Fassbender), Bestia (Nicolas Hoult) y Mística (Jennifer Lawrence).

 

Primero que nada tengo que señalar la loable labor del director y sus guionistas por darle coherencia cronológica a esta cinta. Como saben, desde la tercera entrega, la primera aventura en solitario de Wolverine, y sobre todo, la anterior película donde los personajes principales son jóvenes, representaban un sin número de errores temporales y lógicos. Ahora se han enmendado satisfactoriamente. De la misma forma, se les da mayor énfasis a los personajes y a los diálogos, teniendo como resultado una cinta que no se vuelve loca en mostrar acción y efectos especiales a diestra y siniestra.

 

Teniendo un elenco tan extenso y lleno de figuras de renombre, era lógico que no todos brillaran como deberían, pero quienes salen mejor librados son: Hugh Jackman que nos muestra a un Logan más emotivo, Jennifer Lawrence y Michael Fassbender. Los demás tienen sus minutos de lucimiento pero la función les pertenece a los anteriores. Ojo al momento de Quicksilver (Evan Peters), uno de los mejores momentos de la cinta.

 

En el plano visual, Singer no escatima y nos brinda espectaculares momentos que se colocan inmediatamente como algunos de los mejores en la historia de X-Men y es una gran noticia que su pulso como director siga intacto, pues revitaliza una saga que ya de por sí era muy potente.

 

En conclusión, esta es la mejor parte de la extensa saga de los mutantes. Está perfectamente balanceada entre acción y situaciones introspectivas. Es lo más seria posible tratándose de un filme basado en un cómic. Los personajes adquieren una gran trascendencia y casi todos brillan en algún instante. El único “pero” sería que tal vez algunos espectadores que no sean tan fanáticos puedan perderse entre tanto guiño con las anteriores partes, además que puede que algunos la tachen de pretenciosa al ser la que más abarca. Sin embargo, es cuestión de enfoques porque en lo personal, la fusión entre las dos épocas me pareció casi perfecta.

 

Titulo Original: X-Men Days of Future Past

 

Director: Bryan Singer

 

Actores: Hugh Jackman, Michael Fassbender, James McAvoy, Patrick Stewart, Ian McKellen, Jennifer Lawrence, Ellen Page, Nicolas Hoult, Evan Peters

 

Calificación: 9

 

En 2 Palabras: Vistosa y Satisfactoria

 

Curiosidades: Esta basada en uno de los arcos arguméntales más famosos de los comics, que lleva el mismo nombre y que fue creado en 1981 por Chris Claremont. Un consejo, quédense al final de los créditos, se llevaran una sorpresa.

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