sábado, 28 de junio de 2014

UN PASADO IMBORRABLE

La segunda guerra mundial es el conflicto bélico que más se ha retratado en el cine, desde imponentes cintas que mezclan el drama con la acción como Rescatando el Soldado Ryan (Steven Spielberg, 1998) y La Cruz de Hierro (Sam Peckinpah, 1977), hasta solemnes dramas como: La delgada Línea Roja (Terence Malick, 1998), La Lista de Schindler (Steven Spielberg, 1993) y La Vida es Bella (Roberto Benigni, 1998). En esta ocasión el filme Un Largo Viaje también se desarrolla en este altercado mundial, pero desgraciadamente no se le acerca ni poquito a las mencionadas.
 
Si hay algo que no soporto mucho son los productos academicistas, cintas que se hacen con la firme intención de ganar premios, y que sus guiones se fabrican para tocar el lado más sentimental de los espectadores y los académicos que entregan premios por el mundo, por si fuera poco, este tipo de proyectos suelen tener en su elenco estupendos actores de los cuales intentan aprovechar su estatus de estrellas, en este caso en particular, esta cinta tiene todos estos puntos, y como suele suceder en estos casos, todo el conjunto es un enorme desperdicio.
 
Eric Lomax (Colin Firth) es un oficial británico encantado desde su infancia por los ferrocarriles. Durante la Segunda Guerra Mundial es capturado por los japoneses y enviado a un campo de trabajo donde se construyen las vías de tren entre Birmania y Tailandia. Allí, él y sus compañeros tienen que sobrevivir a las torturas de sus enemigos. Años después, Lomax vive en el norte de Inglaterra retirado junto a su esposa Patricia (Nicole Kidman), cuando descubre que el soldado japonés responsable de gran parte de su sufrimiento sigue vivo (Hiroyuki Sanada).
 
El principal problema de esta cinta es su director, ya que es incapaz de dotar suficiente identidad al proyecto, en todo momento luce artificial, fría, el filme en ningún momento conecta con el espectador, parece más preocupado en lograr nominaciones en sus apartados técnicos y actorales y olvida por completo el drama de sus personajes, si me dicen que es una película hecha para televisión me la creo, tiene sus altas y sus bajas, algunos pasajes están muy bien conducidos, pero otros son soporíferos e incompletos.
 
Nicole Kidman es un florero con un rostro muy extraño (es preocupante como va quedando con el tiempo esta actriz dañada totalmente por el botox), Stellan Skarsgard esta totalmente desperdiciado al igual que el gran Hiroyuki Sanada, el guión transita por muchos aspectos y en ninguno profundiza lo suficiente; comienza como una historia de amor, después se convierte en una historia de amistad y lealtad, para terminar siendo una historia de redención y perdón, la verdad es una lastima que una trama tan interesante resultara tan intrascendente, por lo menos Colin Firth y Jeremy Irvine entregan una destacada actuación haciendo el mismo papel en dos épocas diferentes y la fotografía nos entrega postales muy bellas.
 
En conclusión, esta es una cinta lenta, fallida en sus pretensiones, pero que cuenta con un gran elenco que brilla por pequeños momentos, de haber sido dirigida por alguien más capaz y con más garra estaríamos ante un gran drama bélico, pero desgraciadamente no es así y estamos ante una TV movie que puede satisfacer a los espectadores menos exigentes.
 
Titulo Original: The Railway Man
 
Director: Jonathan Teplitzky
 
Actores: Colin Firth, Nicole Kidman, Stellan Skarsgard, Jeremy Irvine,
 
Calificación: 6.5
 
En 2 Palabras: Intrascendente y Pretenciosa
 
Curiosidades: El joven Jeremy Irvine realizo el papel del joven Eric Lomax por recomendación del propio Colin Firth. La verdadera Patricia Lomax asistió a la premier en el festival de Toronto el año pasado y fue ovacionada de pie, el verdadero Lomax murió en el año 2012.
 
TWITTER: @FdoSantoyoTello

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