martes, 30 de septiembre de 2014

THE EXPENDABLES 3

Si la saga de Expendables hubiera existido a finales de los ochentas ó principios de los noventas, no cabe duda que toda mí generación hubiera hecho realidad un sueño de la niñez, afortunadamente Sylvester Stallone nos regaló ese sueño, un poco tarde, pero al final logró que viéramos la unión de los máximos héroes de acción de los ochentas y noventas y logró que viviéramos esa experiencia tardía y nos invadiera la nostalgia. En lo personal, tengo que decirles amables lectores, que crecí viendo a estos hombres junto a mí padre que me introdujo en el rudo mundo de los héroes de acción, por lo que mí opinión puede estar desvirtuada por el inmenso cariño que le tengo a este género en manos de estos abuelos del cine de acción.
 
Ya en esta tercera entrega muchos pensarían que lo mejor ya se vio, ó que el chiste ya se contó, pero la realidad es que esta banda de viejitos duros aún se guardan uno que otro as bajo la manga, aunque eso si, no supera la gloriosa segunda parte en la que con la sola aparición de Chuck Norrris ya nos valía el boleto de entrada, se echa de menos a Bruce Willis, y un villano tan exagerado como el que brindó Jean Claude Van Damme, pero la realidad es que Harrison Ford y Mel Gibson logran suplirlos de buena manera, sobre todo el segundo, entregando un villano cruel y despiadado, con ciertas reminiscencias a su clásico personaje de Martin Riggs en la saga Arma Mortal (Richard Donner, 1987).
 
En esta ocasión la aventura gira en torno a la aparición de Stonebanks (Mel Gibson), el otro fundador del grupo conocido como Los Mercenarios, en la vida de Barney (Sylvester Stallone). Sus caminos se separaron cuando este se convirtió en traficante de armas, por lo que Barney se vio obligado a intentar matarle. Los Mercenarios se enfrentarán a este villano mientras se debaten entre las viejas guardias y las nuevas generaciones, ambos mundos tendrán que asociarse para derrotar a este villano que es más peligroso de lo que parece, ya que al final de cuentas, era uno de ellos.
 
Para esta tercera entrega el director es Patrick Hughes, un director que cuenta con la carta de presentación la interesante Red Hill (2010), un western moderno australiano al que vale la pena echarle un ojo, su aportación a la saga no será muy recordada ni nada del otro mundo, al contrario, se escuda en más explosiones que en las anteriores entregas para demostrar espectáculo, pero lo que si consigue es un buen ritmo, es la entrega más larga de la saga y aún así se pasa como un rayo, pero aquí empieza lo difícil, siento que le quiso imprimir más seriedad a esta secuela, lo que no es precisamente lo mejor ante un producto como este.
 
El gran éxito de las dos primeras partes fue precisamente la broma, lo poco que se tomaban en serio los personajes y las situaciones, ambas cintas fueron un desfile de guiños y escenas que solo existían en las mentes de los fans, y en esta ocasión esas bromas bajan y suben más los momentos “dramáticos”, ojo, no estoy diciendo que se haya vuelto el Ciudadano Kane de los abuelos rudos, pero sin duda el tono cambió un poco, no mucho, es más, habrá ni quien lo note, pero de que el tono quiso ser más serio, eso que ni que.
 
El espectáculo sigue ahí, la acción sin parar y los momentos cool siguen ahí, incluso la última media hora será una delicia para los amantes de la acción, ya que literalmente nuestros héroes se enfrentan ante un ejercito ellos solitos, Antonio Banderas aparece por ahí robándose la función con un papel desatado, Wesley Snipes también aparece por ahí, aunque él dando más bien lastimas de lo mal que se ve a comparación de cómo estaba antes de pisar la cárcel en la vida real.
 
En conclusión, no defraudará al público al que va dirigida la cinta, como comentaba, me parece inferior a las dos primeras, pero brinda una que otra sorpresa y buenas escenas de acción, los personajes y su interacción siguen salvando el conjunto, lo que si es que me gustaría que aquí quedara la saga y no la estiraran a niveles ridículos como podría ocurrir si siguen explotando una formula que definitivamente ya dio su máximo.
 
Curiosidades: Cuando le preguntan al personaje de Wesley Snipes por qué estaba en la cárcel, él contesta que por evasión de impuestos, en la vida real pisó la cárcel por ese motivo. Se le ofreció dirigir la cinta a Mel Gibson, pero declino la oferta. Nicolas Cage fue considerado para el papel interpretado por Kelsey Grammer. Jackie Chan rechazo un papel por que quería un rol más protagónico.
 
TWITTER: @FdoSantoyoTello

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