viernes, 5 de marzo de 2010

2033

Durante años me he preguntado qué necesitará el cine mexicano para hacerle frente al monstruo de Hollywood, algunos títulos como: “Sexo, Pudor y Lagrimas” (Antonio Serrano, 1999), “Amores Perros” (Alejandro González Iñarritu, 2000), “Y Tú Mama También” (Alfonso Cuaron, 2001), “Matando Cabos” (Alejandro Lozano, 2004) y “Kilómetro 31” (Rigoberto Castañeda, 2007) parecían tener la respuesta; en cada uno de esos casos en particular, el cine mexicano abordó con éxito temas un tanto olvidados por la cinematografía mexicana, en el caso de “Sexo, Pudor y Lagrimas” la comedia romántica, en el de “Amores Perros” el México actual, en “Y Tú Mama También” la juventud y su desenfreno, en el de “Matando Cabos” la comedia de acción, y en el de “Kilómetro 31” el terror. El problema vino después de esos éxitos, pues surgieron más historias tratando de explotar el éxito de las mencionadas, en pocas palabras, veían que tenía éxito cierto tema y buscaron igualarlo con obras inferiores.

Creo que en México no hay una constante, cuando una película tiene éxito, salen otras cinco ó seis muy parecidas pero infinitamente inferiores, eso y que en nuestro país poco se arriesga y nada se innova, es lo que tiene a nuestra cinematografía sumida en sube y bajas de calidad. Es por eso que esperaba con optimismo la cinta mexicana “2033”, pues suponía la incursión del cine mexicano en el ámbito de ciencia ficción y futurista, además de que representaba una innovación clara en los aspectos técnicos y visuales.

Que triste es decir que salí sumamente decepcionado, aburrido e impresionado en el mal ámbito, después de verla, poco se puede salvar de este proyecto, que suponía un avance en cuanto a desarrollo de ideas, pues aunque el merito de atreverse no se le quita a nadie, tengo que ser honesto al decir que el proyecto es un fracaso total.

Es el año 2033 en la Ciudad de México, ahora llamada Villa Paraíso. Un gobierno militar controla a la sociedad, quitándole su fe religiosa y libertad de expresión. El protagonista es Pablo (Claudio Lafarga), un joven financiero que se cobija en las drogas y el alcohol. Pablo conoce a Lozada (Marco Treviño), un sacerdote “oculto”, conocido como Padre Miguel, quien transforma su vida y lo lleva con su padre legítimo, Goros (Raúl Mendez). Entonces, Pablo deja su vida privilegiada para ayudar a los desprotegidos y destruir este sistema que controla a la gente por medio de la bebida adictiva llamada Pactia. Así, él lucha, junto con los “creyentes”, por derrocar al régimen. En el camino, conoce a Lucía (Sandra Echeverría), quien le da mayor sentido a su vida. La historia esta aderezada con ciertas pinceladas de novelas como “Un Mundo Feliz” de Aldous Huxley ó películas como “THX-1138” (George Lucas, 1971) y “Gattaca” (Andrew Nicol, 1997), además de tocar temas religiosos y políticos, metafóricamente se habla de una especie de vuelta a la guerra cristera pero en el futuro.

La verdad, me gustaría leer el guión, por que algo me dice que el guión no es tan malo como la película, existen buenas ideas y toda una mitología detrás de los hechos de la historia, se ve que la cinta fue sumamente cortada en la sala de edición, dudo si por motivos de presupuesto, de gustos del director ó por que simplemente el material que se quedo fuera era todavía peor que lo que se quedo, pero es evidente la tijera en el producto final, hay demasiadas escenas que saltan enormemente entre ellas, no hay mucha cohesión entre ellas y muchas cosas se presuponen pero sin estar fundamentadas, como ejemplos pondría; ¿en que momento Pablo decide ser un rebelde y dejar su vida acomodada?, no hay una sola escena que justifique este cambio radical, ¿En qué momento Lucía y Pablo hacen una conexión que los hace amarse intensamente?, si la Pactia tiene efectos secundarios, y todos la consumen ¿porque sólo son los pobres los que sufren estos efectos?, estos son solo algunos ejemplos de inconsistencias en el guión, en pocas palabras, casi nada esta justificado y todo es muy arbitrario y rápido.

El director debutante Francisco Lasergoti “Chisco”, le puso demasiada atención a los aspectos visuales de la cinta y olvido por completo la empatía de sus personajes con el público, y principalmente, olvido contarnos una historia llamativa y que nos atrapara, supuso que nosotros conoceríamos a la perfección el mundo que nos plantea, pero no recordó que nosotros éramos nuevos en este universo, a su favor debo decir, que el diseño de arte, de vestuario, y las locaciones son impresionantes, de lo mejor que he visto en el cine nacional en los últimos años, en verdad la atmósfera nos transporta a un futuro inmediato, además, tiene cierto talento visual al entregar algunas tomas muy bien realizadas visualmente, lastima que los efectos especiales se ven opacados por una explosión fantasma, y es que la explosión del final es de pena ajena, y en mí particular experiencia me causo risa, mucha risa, pero de la mala.

Las actuaciones son otro de los puntos débiles, los protagonistas; Claudio Lafarga y Sandra Echeverría, son de lo peorcito que he visto en las pantallas nacionales en los últimos años, se sienten planos, falsos, como si tuvieran mucha flojera al representar sus papeles, eso, y que algunos de los actores de soporte son demasiado televisivos, arruino aún más la experiencia, sólo salvaría y rescataría a Raúl Mendez y a Marco Treviño, ambos actores curtidos en el cine y con gran experiencia en él, sobre todo Mendez, que ha estelarizado algunas de las más exitosas cintas mexicanas de los últimos años, caso de “Matando Cabos” y “Kilometro 31”.

Para no ser del todo duro, hay que aplaudir el hecho de que Lasergoti, Jordi Mariscal, que fue el guionista, y su equipo de producción, fueron la punta de lanza en este género de ficción, esperando que los demás productos que vienen, tal es el caso de: “Seres: Genesis” y “La Ultima Muerte”, representen una mejoría respecto a la que incentivo todo esto.

Me gustaría no ser tan duro con un producto nacional, y más cuando los involucrados se ve que quisieron hacer algo loable, pero es que ya basta de ser indulgente con el cine nacional, si nosotros no somos duros con él, jamás logrará despegar por completo, quisiera tener buenos comentarios y ojala pronto escriba de alguna cinta mexicana que sea convincente, honesta y cuando menos, divertida.

En conclusión, “2033” nunca logra despegar, jamás alcanza un ritmo, y es que ese es el principal problema que le veo, que jamás logra tener un buen ritmo, jamás despega la historia, su ritmo es carente, la historia no presenta emociones genuinas, y a parte tiene uno de los mayores anticlímax que he visto en años, en ningún momento se ve o se siente el clímax y esto hace que el final también sea insatisfactorio.

Calificación: 5

En Dos Palabras: Anticlimática e Inconsistente

Curiosidades: Esta es la segunda parte de una trilogía que planean sus productores, inexplicablemente no empezaron con la primera parte, tal vez esto justifique un poco los hoyos argumentales.


TWITTER: @FdoSantoyoTello

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