lunes, 22 de marzo de 2010

THE BLIND SIDE

Estoy un poco cansado de cintas que pretenden manipular los sentimientos del espectador, hace poco tuvimos “Precious” (Lee Daniels, 2009), como ejemplo de ello, pero a pesar de sus obvias fallas visuales, esta última cuando menos era sórdida y hasta cierto punto realista, el verdadero problema es cuando la película en cuestión además de manipularnos en el plan sentimental, lo hace con un buen rollo insoportable y que no acarrea más que ridiculez, el que una cinta quiera manipularnos por medio de escenas motivantes, bonitas ó armoniosas, eso si no lo puedo soportar, “The Blind Side” es todo esto y más.

El género de películas deportivas tiene un subgénero mismo, el de: “película deportiva motivante”, desde “Rocky” (John G. Avildsen, 1975), pasando por mí favorita “Rudy” (David Anspaugh, 1993) y hasta “Remember the Titans” (Boaz Yakin, 2000) son claro ejemplo de ellas, y no es mentira decir que es un subgénero muy cansado, muy visto, y que de unos años para acá es sumamente cansino.

Michael Oher (Quinton Aaron) es un adolescente que un día se topa por la calle con Leigh Anne Tuohy (Sandra Bullock). Él en realidad no tiene un lugar para vivir. Entonces Leigh Anne le insiste en que vaya a su casa. Lo que comienza como un gesto de bondad termina siendo algo mucho más importante para Michael, pues llega a convertirse en miembro de la familia Tuohy. Al vivir en este nuevo entorno, el muchacho debe enfrentar problemas muy diferentes de los que jamás había conocido. Al mismo tiempo, la presencia de Michael en la casa de los Touhy, los lleva a descubrir partes de sí mismos que no conocían, Michael a su vez se convierte en la estrella del equipo de futbol americano de su preparatoria, lo que le abre el camino para una posible carrera brillante como deportista profesional.

No quiero sonar amargado, pero es que en verdad este tipo de historias son sumamente predecibles y tienden a caer en la obviedad y en el ridículo, a pesar de que esta basada en hechos reales me resulta imposible creer muchos de los aspectos mas “dramático- bonitos” que tiene la historia, no dudo que la verdadera Leigh Anne Tuohy es una gran persona, bondadosa y caritativa, pero de eso, a que muchas de las cosas que vemos en la cinta hayan pasado, hay una gran diferencia, y es que es hora de que aceptemos que Hollywood gusta de tomar historias reales con cierto aire superacional para manipular a los espectadores, la manipulación por lo general corre a cargo de escenas hechas específicamente para demostrar que a pesar de las adversidades, y de lo mal que uno puede estar, siempre se podrá salir adelante con bondad y amor, es un gran mensaje, no lo dudo, y en verdad que viviríamos en un mundo perfecto si esto fuera así, pero no nos engañemos, este tipo de cosas no pasan en la vida real y si pasan, no son tan fáciles como Hollywood no lo quiere hacer ver.

Yo se que en el cine no todo puede ser explosiones, balazos, asesinatos, tragedia y violencia, es por eso que por otro lado es bueno que se sigan haciendo este tipo de cintas, que aplauden a lo positivo, que dejan un mensaje, que motivan al espectador, pero hay que tomarlo como lo que es; un simple vehiculo para el lucimiento de su actriz principal, aderezado con una historia que deja un buen sabor de boca y una sonrisa en el rostro, pero que en el fondo no tiene más logros artísticos, en pocas palabras, es una película para pasar el rato, si se esta de un humor especifico puede resultar gratificante y motivante y ya, como obra cinematográfica no ofrece nada genuino ó real, más bien es un panfleto motivacional.

Para bien o para mal, el director John Lee Hancock, no busca profundizar, ni dar sermones con su trama y lo hace eliminando por completo cualquier atisbo de crueldad, realidad sórdida o mensajes en contra del sistema y la discriminación, para eso Lee Daniels ya nos entregó “Precious”, cuando menos esta historia no cae en el fácil terreno lacrimógeno en el que pudo caer, la cinta se mantiene con una sobria narrativa y una dirección sin muchos artilugios y más bien decente.

La pregunta del millón puede ser si Sandra Bullock se merecía el oscar por esta interpretación, a mí particular punto de vista, no, pues su papel no requiere de mucha exigencia dramática, no es un papel con matices difíciles de llevar a cabo, ni siquiera tuvo que cambiar su aspecto para el, es más, creo que hasta cierto punto Bullock se interpreta a ella misma, pues es un papel que no tiene muchas diferencias con algunos otros que ya había interpretado, pero bueno, la academia decidió reconocer a la actriz que más dinero metió en la taquilla americana el año pasado, nada más “The Blind Side” ganó más de doscientos millones de dólares en los Estados Unidos, siendo una de las mayores sorpresas de finales de año, si me preguntan a mí, debió ganar Carey Mulligan por su trabajo en “An Education” (Lone Scherfig, 2009). El actor Quinton Aaron, entrega un buen desempeño, sobre todo sabiendo que es su debut frente a las cámaras y que no tenía experiencia alguna, el demás reparto es más bien anónimo pero no desentona.

En conclusión, “The Blind Side” no es una mala película, pero peca de ingenua y por momentos es obvia hasta la saciedad, pero se agradece que no aporta sermones ni escenas gratuitas destinadas a lagrimear, sus actuaciones son correctas, pero nada del otro mundo, no esperen ver la gran súper actuación de Sandra Bullock, por que no hay tal, y ya estando entrados en el tema de “películas deportivas motivantes”, aprovecho para recomendar “Rudy”, que como ya dije, es mí favorita de este tipo de cintas, cuando menos esa era más honesta y su historia es más realista.

Calificación: 7.5

En Dos Palabras: Ingenua y Obvia

Curiosidades: El director John Lee Hancock ya había dirigido otra cinta deportiva que tenía ínfulas motivantes, esa fue “The Rookie” (2002) y abordaba el béisbol. Quinton Aaron antes de realizar su debut en esta cinta, era guardia de seguridad en antros. Michael Oher en la actualidad es jugador profesional de la NFL.


TWITTER: @FdoSantoyoTello

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